La página Internet de Religión Digital hace su UNA con el anuncio del encuentro del papa Francisco con el
Presidente Barack Obama, el 27 de marzo próximo. Como Jefe de Estado, es
totalmente normal que el papa Francisco reciba al representante de los Estados
Unidos, Estado a la vez de un pueblo, pero también de un imperio dominado por
el capitalismo y el neoliberalismo. Obama representa uno y otro.
En su exhortación apostólica, Evangelii Gaudium, el
papa Francisco fustiga con palabras que no prestan a ningún equívoco este
capitalismo y este neoliberalismo que reducen a la persona humana a un puro
producto liquidado. Denuncia este sistema mundial basado en el poder del dinero
y de la dominación política y económica, fuente de muchos males y sobre todo de
esta pobreza que afecta a la gran mayoría de la humanidad.
204 “Ya
no podemos confiar en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del mercado. El
crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento económico, aunque lo
supone, requiere decisiones, programas, mecanismos y procesos específicamente
orientados a una mejor distribución del ingreso, a una creación de fuentes de
trabajo, a una promoción integral de los pobres que supere el mero
asistencialismo.”
205. “¡Pido
a Dios que crezca el número de políticos capaces de entrar en un auténtico
diálogo que se oriente eficazmente a sanar las raíces profundas y no la apariencia
de los males de nuestro mundo! La política, tan denigrada, es una altísima
vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el
bien común[174].
Tenemos que convencernos de que la caridad «no es sólo el principio de las
micro-relaciones, como en las amistades, la familia, el pequeño grupo, sino
también de las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y
políticas”[175].
206. “La
economía, como la misma palabra indica, debería ser el arte de alcanzar una
adecuada administración de la casa común, que es el mundo entero. Todo acto
económico de envergadura realizado en una parte del planeta repercute en el
todo; por ello ningún gobierno puede actuar al margen de una responsabilidad
común.”
Al recibir al Presidente Obama, el papa Francisco
recibe él que representa los intereses de esta mano invisible del mercado.
Él es quien ordena las intervenciones militares u otras, cada vez que se
cuestionen los intereses de esta mano invisible del mercado. Obama representa
al país a la vez más armado del mundo, con armas pudiendo destruir millares de
veces nuestra planeta y el más plateado del mundo, permitiendole corromper allí
donde es necesario y matar allí donde
sus intereses lo exigen.
Hay el Pentágono, y también la CIA, el CNS y todas estas organizaciones de mercenarios que operan bajo la
protección del secreto de Estado para realizar estos crímenes. Cada año, son
miles de millones de dólares que están invertidos en estas operaciones al
servicio de lo que se llama comúnmente “la seguridad nacional y los intereses
de los Estados Unidos. »
En su exhortación apostólica, el papa Francisco
precisa muy bien como los intereses y la seguridad de cada nación deben
supeditarse a los intereses y a la seguridad de la “ casa común, que es el
mundo entero ”. Ahora bien, Obama representa a un país y a un imperio
cuyos intereses y la seguridad pasan
antes de todos los otros. En nombre de estos dos grandes objetivos políticos,
el Presidente de los Estados Unidos, el Sr. Obama, puede permitirse acciones
unilaterales y preventivas allí donde decide hacerlo. No hay derecho
internacional para impedírselo. Se coloca por encima de este derecho. Tiene los
recursos necesarios para corromper gobernadores, representantes de iglesias,
truncar elecciones, realizar golpes de Estado militar y derrumbos de Gobiernos.
Todo eso puede hacerlo y sigue haciéndolo en el momento de escribir estas
líneas.
Basta con levantar el vuelo sobre estos secretos para
descubrir el monstruo contra el cual nadie está al abrigo. No es para nada que
las revelaciones de estos jóvenes, Bradley Manning, Edward Snowden, Julian
Assange y esta joven abogada apenas de treinta años, Sara Harrison, cuyas conciencias no podían más, se
convirtieron en enemigos número uno de Obama, presidente del pueblo
estadunidense y del Imperio. La verdad pone a la luz del día la verdadera cara
de los y las que están en los timones del Estado.
¿Qué se debe esperar del papa Francisco de este
encuentro?
Respetando la cortesía que se impone en similares
circunstancias, el papa deber estar muy firme sobre los principios y los
compromisos concretos que exigen la justicia, la verdad, los intereses y la
seguridad de la casa común de los cuales habla en su exhortación
apostólica. No puede silenciar las grandes conclusiones de esta exhortación y
se debe de destacar las responsabilidades
políticas del Gobierno de los Estados Unidos en esta marea de sufrimientos
humanos. El papa, al hablar a Obama, debe haber, clavado en la
piel, las víctimas de las guerras en Irak, Libia, Pakistán, Siria, Afganistán, asi que todas las otras
que sufren persecucion y exclusion. Como
representante de una Iglesia que tiene por referencia el “familia común”,
debe sentir el deber de hablar en nombre de estos millones de víctimas
inocentes.
Debe también poner a prueba las
buenas disposiciones de Obama exigiendo un término inmediato del bloqueo
económico contra Cuba, denunciado desde años por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, del cual es víctima el pueblo cubano, desde más de 53 años.
Debe pedirle, tambien, liberar a los cuatro Cubanos condenados injustamente por
haber denunciado grupos terroristas en Miami, preparando acciones criminales
contra el pueblo cubano. Son víctimas del imperio y hijos de la casa común que
Obama podría liberar inmediatamente. A estas acciones destinadas contra Cuba,
el papa Francisco debe añadir todas estas acciones que pretenden
desestabilizar, por medios criminales y no democráticos, numerosos Gobiernos a
través del mundo y muy especialmente los de Venezuela, Bolivia, Ecuador. Es
necesario que estas injerencias cesen. Son intervenciones criminales que no
deberían existir en los que hacen de la
democracia un ideal y que quieren, con el papa, trabajar para un mundo mejor.
Lo que quiere Obama es cubrirse con la celebridad del papa Francisco
para proseguir las mismas intervenciones al servicio de los intereses y de la
seguridad del Imperio. Cubierto de una cara bien simpática en compañía del papa
Francisco, Obama podrá ganarse la simpatía de los adeptos de este último.
Después del Premio Nobel de la paz, recibido antes de proseguir en la vía de
las guerras, espera recibir ahora la bendición del papa Francisco para luchar
contra la pobreza extrema, prosiguiendo al mismo tiempo su gran misión según
los intereses del Imperio, fuente de las miserias de nuestro mundo.
No me
sorprendería que el anzuelo utilizado sea el desarrollo (desbloqueo) de varios miles
de millones de dólares para ayudar a los y las que viven en la pobreza extrema.
Todo para hacer olvidar al papa que lo que pide es un verdadero cambio de
sistema, la instauración de un nuevo régimen de gobernanza que se deja guiar
por el bien común de la humanidad entera, basado en la justicia, la verdad, la
solidaridad, la compasión y el servicio.
Si el comunicado de prensa, siguiendo este encuentro,
pone de relieve este programa de miles de millones de dólares, de tipo Alianza para el progreso, sin anunciar, en esa mismsa ocasión, el término del
bloqueo de Cuba, la liberación de los presos políticos, y su renuncia a las
acciones terroristas de desestabilización de los Gobiernos, será un gran
fracaso. Si un tal acuerdo se firmase, podríamos entonces decir que el papa
Francisco no tuvo razón de Obama, sino que este último tuvo razón del papa Francisco.
Pienso, que antes de este encuentro, el papa Francisco
debería meditar, dos veces más que una, sobre las tentaciones de Jesús al desierto. Los argumentos para hacerlo subir a bordo del barco
del imperio Mammón serán sutiles y las promesas no faltarán. Miles de millones
de dólares centellarán a los ojos del papa para ayudar a los más pobres de los
pobres. Conocemos las respuestas de Jesús. Dijo no a cada una de las
tentaciones. Esperemos que el papa Francisco haga lo mismo.
Oscar Fortin
Québec, le 21 janvier 2014
traductor: Marius Morin
¡Por favor! El "papa" Francisco es un FALSO. Obama y los EE. UU. no son más que títeres del SIONISMO, y el "papa" Francisco es ÍNTIMO de los hebreos SIONISTAS. Además, ¿no ha anunciado que en mayo irá Tierra Santa? Igual que sus antecesores, y aún más que ellos, es "un solo corazón" con los hebreos.
RépondreEffacerOlga c. Moreno: es importante hacer una distinción entre sionismo y hebraísmo. Muchos de estos últimos no quieren saber nada del sionismo como lo pongo en referencia. Yo puedo tener buenos amigos judíos sin tener afiliación con el sionismo. Importa no confundir. Lo que yo digo en mi articulo es que el papa tendrá que decir lo que piensa del sionismo, que no puede pasar por tierra santa sin condenar el sionismo. No quiero quitarle sus certidumbres, pero me permito decir que no todas tienen bases sobre los hechos. Tener amistades judías no quiere decir que uno es sionista.
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