NOTA: Los datos de la elección, del 30 de julio, de la Asamblea nacional constituyente son los que fueron entregados oficialmente por el Consejo electoral nacional, cuyo poder consiste en la organización y el desarrollo de todas las elecciones previstas en la Constitución. Lo que no fue el caso del plebiscito organizado por la oposición, el 16 de julio pasado. Ver aquí un comentario al respecto.
Estimado hermano en la fe, me dirigió a ustedes para compartir su profunda sensibilidad y sincero compromiso con los mas afligidos de su pueblo querido. Le quiebra el corazón al ver a tanta gente humilde padecer de alimentos, de medicinas, de atenciones de parte de las autoridades gubernamentales y, supongo, de todos los otros actores de la sociedad que hacen todo para ampliar estos problemas. Muchos de ustedes intervinieron en las paginas de Religión digital que siempre les dejo suficiente espacio para que su mensaje llegue hasta al papa y a la mayoría de los cristianos. La mas recién intervención que noté en RD es la del cardenal de San Cristóbal, Mario Moronta. Había sido precedido por otra intervención, esa vez , esa vez por el cardenal Urosa en la cual declaraba la elección de la Constituyente por 8 089 320 venezolanos y venezolanas de ilegal.
Pienso que la llamada más fuerte viene de la intervención del cardenal de San Cristóbal: En nombre de Dios, pedimos a los dirigentes del Gobierno que escuchen el clamor del pueblo. Se siente la sinceridad de este llamado cuya única motivación es el clamor del pueblo que no aguanta más los múltiples problemas que van en contra de sus derechos fundamentales. Domingo, 30 de julio, este mismo pueblo salió a las urnas andando contra viento, relámpagos y amenazas de grupos mal intencionados cuyo único propósito era de callar esta voz del pueblo que iba expresarse de forma directa a través las urnas.
Me imagino que ustedes, como yo, se quedaron emocionados ante esas
filas de personas de todos los medios, muchas con discapacidad, otras perteneciendo
a la tercera edad, la gran mayoría de trabajadores y madres de familia con sus
niños. Más aun, cuando supimos que una gran mayoría de las personas, en ciertos
sectores, se vieron privadas de locomoción, había para lamentar que tales
hechos pudieran producirse. Unas de esas personas decidieron cruzar campos y
ríos, otras no tuvieron otra solución que la de quedarse en la casa.
https://www.aporrea.org/contraloria/n312336.html
Increíble que tales acciones pueden sucederse en un país en que la
democracia es la más viva y creíble. Quizás es justamente por eso que esa gente
de los malhechores no querían que la gente fuera a votar, sabiendo que sus
votos iban a denunciarlos. A pesar de
todos esos obstáculos, son más de ocho millones (8 089 320) que llegaron hasta las urnas para depositar su voto. Los
observadores internaciones presentes sobre el terreno se quedaron impresionados
por el sentido democrático de los Venezolanos y Venezolanas
No dudo que ustedes comparten este punto de vista de los
observadores internacionales y que de hecho, el pueblo venezolano es profundamente
democrático y que le gusta participar por todos los medios a la vida política
del país como lo hace su episcopado católico con vista a la doctrina social de
la Iglesia y a su proximidad con los más pobres y humildes.
Pienso que el clamor del pueblo que sale de las urnas del 30 de
julio es un clamor por la paz y por una
Constituyente que abre los espacios necesarios para que los grupos
opositores tengan la oportunidad de volver a una mesa ampliada de dialogo para
resolver los problemas del país. El
presidente Maduro abrió toda grande las puertas para ese diálogo.
El
Secretario del Vaticano, Pietro Parolin, tomando las palabras del papa
Francisco, declaró que no hay más salida por la paz y la reconciliación que la
negociación en una mesa de dialogo y que
basta la violencia, que ya los muertos sobran.
Ahora que el clamor del pueblo nos llegó a través los ocho y más millones de votos de los
Venezolanos y las Venezolanas, pienso que tomaría una gran significación que el
episcopado venezolano se dirija ahora a las fuerzas opositoras para que
escuchen, en nombre de Dios, esta clamor que nos viene del pueblo a través sus
8 089 320 votos. El nos dice que quiere la paz y para que se cumple dio al
Estado una ANC para que este camino de la paz conduzca a la reconciliación de
todos y de todas por el bien común de todos y todas.
Uno no puede callar estos 8 089 320 votos de un pueblo que habló
por si mismo. Todos tenemos que oír este clamor del pueblo: gobiernos,
opositores al gobierno, episcopado.
En nombre de Dios oímos este clamor del pueblo.
Que la luz del Espíritu santo sea su fuente para entender mejor la
verdad del pueblo y el acompañamiento que corresponde a la proximidad del
Pastor atento a su pueblo.
Oscar Fortin
El 2 de agosto
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