El encuentro de los representantes del
Consejo episcopal latino americano (CELAM), el viernes, 26 de mayo, había sido
solicitado de parte del CELAM para exponer al papa la situación compleja de la
crisis política y humanitaria que se vive en Venezuela. Ya , en principio de
mayo, los obispos de Venezuela se habían reunidos para discutir de ese
problema. En una declaración
oficial, la cúpula episcopal venezolana identifica al gobierno actual como "Socialismo
del siglo XXI", “percibido” como un sistema totalitario, militarista,
policial, violento y represor, que ha originado los males que hoy padece
nuestro país.” Se
opone evidentemente al llamado del Presidente constitucional a la convocatoria
de una Asamblea nacional constituyente como
camino hacia la paz. Llama al pueblo a no aceptar esa Convocatoria y de
alzar su voz para denunciarla. Sous le couvert
du respect des droits de la personne et de la démocratie il vise sous la
direction des Etats-Unis la prise de contrôle du Venezuela en passant outre au
droit international et à la Charte de l’OEA.
Unas
semanas después esa declaración del 5 de mayo, se juntaron en el San Salvador
el Consejo episcopal de américa latina. Mas de cientos obispos de todas la
partes de América latina, de los Caribes, de Estados Unidos y de Canadá
participaron a ese encuentro, recordando, ante todo, los cien anos de
nacimientos del obispo Oscar Romero.
Allí, también hablaron mucho de Venezuela, país sometido, según
lo entendido, a un gobierno dictatorial y represor. Decidieron nombrar unos
obispos para seguir de cerca lo que esta realmente pasando en ese país hermano.
La demanda y la realización del
encuentro con el papa Francisco fue iniciativa de los representantes del
CELAM. El papa Francisco les acogió el
26 de mayo. Una parte importante del contenido
de lo discutido nos viene del presidente del CELAM, el cardenal Rubén Salazar Gomes. A la lectura de lo que
nos revela el cardenal, resalta como tema principal, como implementar mejor en
AL lo referente a Evangelii Gaudiium, Amoris Laetitia y Laudato Si. Según el cardenal esos tres grandes documentos son tres
grandes tareas que tienen en el CELAM, pero no saben como tratarlos. Al respecto
dialogaron con él papa para recibir las instrucciones que él les pueda dar
sobre cómo deben trabajar. El papa
Francisco les dijo que se trataba de una conversión profunda que toque toda la
Iglesia empezando por los pastores, la vida consagrada, los laicos, pero sobre
todo las estructuras, las metodologías, las expresiones.
En cuanto a
Venezuela, salieron del encuentro con la convicción que no les corresponde
proponer salidas, pero sí el pedir a las partes que se mantengan lo más
estrictamente posible dentro de los cánones de la ley y de la Constitución y
sobre todo que no se recurra a la violencia. El tono ha cambiado, el
comportamiento no es mas dar las soluciones a las partes en conflicto, sino insistiendo para que los problemas se solucionen por vías
políticas, en el respeto completo de las leyes y de la Constitución del
país. En cuanto a la violencia, les
pertenece denunciarla y exigir de todos de renunciar a ella para realizar los
cambios buscados de unos y de otros.
El papa Francisco,
en su homilía del día, en la capilla santa Marta tuvo esa expresión dirigida a
los obispos y pastores del mundo “No
se creen el centro de la Historia”. Hace unos días tuvo esa otra reflexión
“Sin
discernimiento la fe es ideología”. No hace duda que esas reflexiones le
vienen de lo que ve y vive. Quiere que todos los pastores vuelven a una
espiritualidad de camino cuyo destino esta entre la manos del Espíritu Santo.
El hecho que el papa
ponga de nuevo la importancia por los obispos de dar vida a los tres documentos
mencionados, constituye en si una llamada a la conversión. Hablar del
capitalismo salvaje en un contexto de oligarquías que viven de ese mismo capitalismo exige una verdadera
conversión a los evangelios y a una autentica solidaridad humana.
Los países de
América latina son múltiples y todos tienen serios problemas. Pobres,
homicidios, exclusión social, corrupción y tantos otros problemas llaman en
prioridad a los obispos estar al lado y del lado de los sufren de esos males.
Oscar Fortin
El 30 de mayo 2017